Tarjetas Alimentar: liberaron a Cecilia Pecarrere

“No salía del shock por estar entre cuatro paredes, por sentir esposas en mis manos cuando no sabía cuánto pesaban”, expresó la agente municipal tras ser liberada.

Cecilia Pecarrere, una de las empleadas municipales que fue detenida en el marco de la causa que investiga irregularidades en el programa de las tarjetas Alimentar, aseguró que no tuvo participación en la maniobra fraudulenta que afectó a al menos 55 tarjetas que no fueron entregadas el año pasado.

Pecarrere fue liberada en los primeros días de abril, tras prestar declaración ante la Unidad Funcional Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios Públicos el día 31 de marzo. Había sido detenida por la Policía Federal el 18 marzo, junto a otras cinco personas, por supuesta “defraudación en perjuicio de la administración pública”.

En una entrevista realizada en vivo este jueves por Alejandro Oliveros, Pecarrere brindó su testimonio sobre los hechos y aseguró que no tuvo participación en la maniobra fraudulenta del desvío de fondos de las tarjetas.

“Creo que aún sigo en shock, porque levantarme un día para ir a trabajar y de ahí irme 14 días a un calabozo, por supuesto que no fue fácil. Fueron 14 días a la sombra. No podía entender. No salía de shock por estar entre cuatro paredes, por sentir esposas en mis manos cuando no sabía cuánto pesaban. Pasar los días y no saber nada. No tener contacto con nadie, ni con mis hijos y familia”, expresó.

La agente municipal evitó profundizar en detalles sobre la causa –ya que la investigación continúa en curso- pero aclaró que obtuvo la libertad porque comprobó que recibió un dinero que se le adeudaba “de una cuenta fraudulenta” que desconocía.

“Tenía una transferencia de 10 mil pesos en mi cuenta bancaria, a raíz de una compra de un pelo postizo que le hago a una compañera (a Andrea Ríos, la otra empleada municipal imputada). Ella me debía los 10 mil pesos, me hizo la transferencia, de la cual hoy se dice que era de una cuenta fraudulenta.”, explicó.

Según su versión, el día de los allanamientos en la Secretaría de Desarrollo Social –el 18 de marzo-, efectivos policiales llegaron a su casa “a decirme que hay una orden de allanamiento, a la cual accedo sin problemas. Pero no tenía ninguna intuición de que algo malo estaba pasando. Nunca dormí intranquila. No tenía indicios de que podría llegar a pasar algo así”, afirmó.

Pecarrere precisó que cuando declaró ante el fiscal de la causa –el Dr. Mario Pérez-, ya había reunido todas las pruebas que respaldaban su versión, como los comprobantes de la tarjeta de crédito y los chats de las conversaciones.

Las tarjetas no estaban bajo mi custodia: el único momento que estuvieron en mis manos fue cuando se entregaron en la Sociedad de Fomento porque fui una de las operadoras. Bajo una cabina entregábamos las tarjetas al titular, con DNI en mano, y nos quedaba el troquel que ellos firmaban como comprobante”, añadió.

“Quiero que se sepa la verdad, que realmente quienes hicieron este fraude paguen con la justicia divina y con lo que dice la ley. Que se hayan quedado con la comida de los chicos me duele. Me parece aberrante”, finalizó.