Tata Bakers, todo el año

El emprendimiento queda en Constitución y Valle Fértil. La clave de la propuesta estriba en que se cuidan los detalles. Además de sus panificados, cafetería y menús diarios, se caracteriza por una calidez que desmiente que sea “un lugar de paso”.

“El pan no es más que harina, agua, levadura y sal…”, dice Agustín Pappaterra en relación a uno de los productos que comercializa Tata Bakers pero que aún con la simpleza de su receta marca una diferencia sustancial en su sabor, su aspecto y su calidad. Si uno lo analiza, el efecto multiplicador de los clientes ha crecido merced a otra fórmula que no sabe de misterios y se basa en una clave: buena atención y excelencia en los productos que allí se venden.

“Mantenemos el menú diario, siempre tenemos dos alternativas más economicas, por día, y que van variando, durante la semana y que se repite mediodía y noche. Esto obviamente favorece al bolsillo porque manejamos precios accesibles. Uno se da el gusto de comer afuera; no te tenés que preocupar por cocinar o lavar. Las porciones son abundantes y es algo que tiene mucha aceptación en el público local, además de los turistas que nos visitan los fines de semana. Tenemos gente que viene tres o cuatro veces a la semana. Ello da como resultado que se hayan formado mesas con clientes habituales… Es más, hay varios casos de clientes que se conocieron acá y siguen viniendo”, asegura.

Una mesa comunitaria ha sido testigo de charlas devenidas de la lectura de los diarios, clientes que se han elegido para compartir un momento grato. En algunos casos, personas que visitan Tata Bakers desde el primer día han hecho suyo el lugar.

“La propuesta es un conjunto: no solo tenés el café; hay para venir a almorzar; está la panadería. Es un combo. Tratamos de ofrecer gastronómicamente un poco de todo y complementar. Venís a almorzar y te podés llevar una torta para la tarde. Es una experiencia gastronómica completa. Tenemos las cuatro comidas los siete días de la semana”, dice Agustín, integrante de la sociedad.

Durante 2018, Tata Bakers se extendió a Cariló e hizo pie en Cerezo 342, local 6 de un coqueto complejo. Allí la carta es un poco más amplia y se instrumentan promociones para cada día de semana. En algunos casos un almuerzo o una cena cuentan con la bebida sin cargo. En otros, son las meriendas las que cuentan con algún beneficio tentador.

“Mantenemos mucho del equipo humano original y, obviamente, creciendo juntos, tanto el negocio como… La materia prima que usamos siempre es de primera y los panificados son elaborados siempre con harina cuatro ceros, indefectiblemente”, refuerza Agustín.

Cada local tiene su impronta, su personalidad. En el caso de Cariló, las características del local hacen que sea una excelente opción como salón de eventos “para cualquier tipo de reunión, agasajo, cumpleaños, despedida, lo que sea: ofrecer básicamente que vengan con la idea que tengan y ver qué podemos hacer”.

Muchos más detalles y ventajas hacen al misterio de la simpleza de ambos locales. Quizás la percepción del gusto de los clientes ha hecho que se pueda hablar de Tata Bakers, todo el año.

Horarios

Tata Bakers Pinamar está abierto de 7.30 a 11 de la noche los días de semana y los fines de semana abre una hora más tarde.

El local de Cariló abre de domingos a martes con un horario de 7.30 a 19 y el resto de la semana el horario se extiende hasta las 11 de la noche.