Contra lo que se puede suponer, la Secretaría de Educación cobró protagonismo durante el receso escolar, cuando luego de arduas gestiones posibilitó la presencia de tres eventos que le dieron un valor agregado a la clásica oferta de temporada. A través de la gestión de su titular, la licenciada Claudia Gómez Costa, y su equipo se posibilitó la presencia del Bibliomóvil, una herramienta que difunde cultura y fomenta la lectura con diversas actividades. Según la secretaria, es de interés de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip) que sea un integrante de la comisión quien junto al resto de las autoridades oficie el cierre, por este año, de las actividades del rodado, que tuvo un pasaje muy exitoso por cada una de las localidades del partido.

Cabe recordar que dentro de la colaboración municipal hay que destacar que proveyó de un chófer que fuera a buscar el Bibliomóvil a Buenos Aires, así como la posibilidad de que sea personal idóneo el encargado de su cuidado durante su estancia en territorio pinamarense. Mientras ello ocurre, el vehículo queda durante las noches al resguardo en la Secretaría de Seguridad, con una cámara fija integrada al sistema de monitoreo.

Otra movida más que interesante fue la que nos permitió acceder a la muestra de Ana Frank, la que incluía la historia de esta niña, el fenómeno del nazismo y el Proceso ocurrido en nuestro país, vinculando todo a partir de similitudes.

“Esta muestra proviene de la Casa de Ana Frank, de Holanda, a través de la fundación homónima con asiento en Buenos Aires; de allí vinieron los guías, muy preparados, muy bien dispuestos, permitiendo hacer un paralelismo con los años del Proceso”, recordó Gómez Costa, quien señaló que le hubiera gustado contar con el tiempo necesario para capacitar a jóvenes locales que oficiaran de guías.

Y el tercer emprendimiento del área fue Infinito por descubrir, recientemente concluido, una muestra itinerante de educ.ar dependiente del Ministerio de Educación de la Nación. Innovación educativa tecnológica para niños y jóvenes de 6 a 18 años en la que pudieron participar de un espacio de creación y recreación. Robótica, diseño, programación, música y tecnología, fomentan el desarrollo de las “habilidades blandas”, como el liderazgo, la colaboración y el pensamiento crítico.

Cada actividad contó con tareas de diligenciamiento propias de la burocracia operativa con que se maneja la administración pública, lo que no disminuyó el interés de estos atractivos al conocer el mensaje de cada uno, el fin noble de educar y una alta convocatoria de público, tal cual pudo apreciarse.