Tres mujeres que cambiaron el concepto de “humano”

Tres mujeres, tres científicas que volaron de las universidades al corazón africano, tres vidas muy diferentes y, sin embargo, algo en común: el coraje y la determinación que las llevó a alejarse de la civilización para adentrarse en las zonas más inhóspitas de África y estudiar, en un caso los orígenes de nuestra especie y, en los otros, a los grandes simios con los que estamos estrechamente emparentados para saber más sobre ellos y sobre el Hombre.

Hacía unos 30 años que Mary Leakey, en las primeras décadas del siglo XX, había encontrado junto a su esposo Louis Leakey los primeros fósiles de homínidos en el sudeste africano cuando Diane y Jane se unieron al equipo. Lo primero en descubrir bajo una capa de lodo fosilizado fueron las huellas fósiles de dos bípedos homínidos que vivieron hace 3,6 millones de años, luego vinieron cráneos y después esqueletos casi completos que convencieron a la humanidad de que su origen se asienta en África. Mary se encargaba del trabajo en el terreno y Louis gestionaba fondos y publicaciones. Fueron Louis y Mary quienes hicieron posible que allá por los ’50 las otras dos jóvenes científicas de campo comenzaran su tarea.

Diane Fossey dedicó el resto de su vida a observar y convivir con los gorilas de las selvas húmedas de Ruanda. Su pasión dejó valiosa información sobre estos primates herbívoros y, de una manera no aclarada hasta el día de hoy, le costó su vida. Fue asesinada en su casa de la selva.

Jane Goodall en 1957, a los 23 años, viajó sola al puesto de trabajo de los Leakey y comenzó su trabajo, que aún perdura, en la reserva de chimpancés en Tanzania. Durante años estudió su comportamiento, descubrió que también comen carne, que son capaces de elaborar herramientas y usarlas con un propósito determinado. Sus observaciones sentaron las bases para posteriores estudios en otros centros del mundo y no solamente lograron una mayor defensa y protección de los chimpancés sino, quizás lo más importante, redefinieron al Hombre. Nos deja numerosos libros y escritos, conferencias y cursos sobre su experiencia extraordinaria.

En los años que han trascurrido hasta esta fecha, la investigación de Jane en una comunidad de chimpancés de Tanzania ha revolucionado nuestra visión sobre estos primates –nuestros parientes más cercanos– y cuestionado ideas arraigadas sobre lo que significa ser humano. Dijo oportunamente Louis Leakey: “Creo que es importante dirigir la atención hacia el hecho que el trabajo que ha hecho Jane Goodall con becas de la Sociedad es tan importante como para necesitar revisar el pensamiento científico acerca de cómo definir al Hombre mismo”.