–¿Luego de la elección te notás más calmo?
–Siempre estamos tranquilos. Hay veces que uno se pone un poco nervioso por la adrenalina de estas cosas, pero cuando uno camina por la calle tiene que estar tranquilo porque no hay nada que esconder. Yo desde que empecé a involucrarme en política siempre acompañé, pero si bien no tengo una gran oratoria fui aprendiendo, observando, escuchando a otras personas que tienen un discurso y uno va mejorando su palabra para poder llegar a la gente.

–¿Qué te deja esta elección?
–Hoy yo puedo decir que la elección para nosotros fue muy buena porque tuvimos un muy buen caudal de votos. Tuvimos mejor apoyo que en las PASO de 2015. Por supuesto que no hay que dormirse en el resultado y seguir trabajando con la gran cantidad de gente que nos fue a votar, con una cantidad importante de indecisos y votos en blanco. Uno tiene que llegar. Por ahí ocurre que uno va a una escuela donde hay más de 100 personas y resulta que conoce a dos o tres; por eso hay que llegarles a todos. Hoy se polarizó mucho en dos fuerzas políticas: una no querían que vuelva más y la otra no la querían por su política de ajuste con medidas económicas que no le han hecho bien a la clase trabajadora. Creo que también en octubre se va a mantener esta polarización…

–¿Cómo ves la gran cantidad de obras públicas que llegan al partido?
–A mí me encanta que se hagan obras públicas. A nivel nacional las están priorizando, pero también tenemos que trabajar en la parte económica para el sector privado. El trabajo personal de un ciudadano es el que fortalece a una ciudad. Las obras públicas generan mucho trabajo para unos pocos, se ven y son necesarias, por supuesto, pero tienen que trabajar todos en conjunto y no como se ve reflejado en nuestra ciudad, que hay mucha gente con poco trabajo y eso priva al comercio de generar sus propios recursos. No se han tenido miramientos a la hora de aumentar los servicios, en forma descomunal. Los mismos impuestos municipales, en dos años casi un 60% es mucho. Cuando a la gente común se le cortan las changas o a las señoras les empiezan a escasear los trabajos en casas de familia, se empieza a notar en el bolsillo la llegada de las cuentas. Antes se pensaba en cómo pagar el alquiler, ahora se calcula cómo pagar el gas o la luz. Creo que el gobierno tiene que trabajar mucho en una economía con sentido social.

–¿Esto no es negar las obras públicas?
–Yo sé que son muy buenas. Hay gente que se queja de por qué empresas de Pinamar (De Vito o Itar) agarran para sí todas las obras, pero yo también celebro que las tomen ellos porque generan puestos de trabajo a gente local. Por supuesto que nosotros, contratistas, podamos tomar la ampliación de una escuela porque estamos capacitados, ya que hacemos hoteles, edificios. Hay mucha gente muy preparada con la documentación en regla como para poder hacer una licitación pública. No me gusta cuando vienen empresas de afuera, con personal de afuera y que realmente se llevan el dinero fuera de Pinamar. Eso hay que tenerlo en cuenta especialmente cuando hay que generar puestos de trabajo.