Cambiemos tiene un aceitado mecanismo de adherentes que se organiza en torno a lograr el mejor resultado en las próximas PASO. Sin constituirse en jefe de campaña, Martín Yeza participa como un voluntario más y, como él mismo agrega, “todos los jueves a las 18.30 en el nuevo local de Central y España haciendo lo que más nos gusta hacer, que es un equipo para que las cosas ocurran, que no quede en declamaciones. A veces lleva un poco de tiempo pero ocurre. Es una experiencia muy linda porque nosotros, desde que asumimos, por lo menos dos fines de semana por mes los dedicamos a salir a escuchar a los vecinos, a salir a timbrear, como utilizamos la expresión, para estar cerca, no solo de ellos, sino también de sus problemas. Sabemos que en Pinamar tenemos que saber conformar un equipo de 45 mil pinamarenses, luego de tantas divisiones, de tantos intendentes que han pasado y realmente lo sentimos así. La época de campaña la vivimos de manera muy especial porque no solo se nos permite tener un contacto con la gente que acompaña Cambiemos, a la gobernadora a nivel provincial o al Presidente, sino también con la gente que quizás no nos vota, que tiene una crítica o que no se siente representada y yo creo que cuando los gobernantes están cerca de las personas que sobre todo no piensan como uno, siempre mediando el respeto, uno se vuelve más humilde, mejor gobernante y, además, se mantiene con los pies sobre la Tierra”.

Conocedor del trabajo en equipo, Javier Pizzolito, primer candidato a concejal prestigia la inclusión de gente ajena al quehacer político y comprometida con las problemáticas comunitarias.

“En general bien, la gente me ha aceptado. En realidad somos un equipo que va visitando vecinos, hay un intercambio con la gente en la calle, en las mesitas, ahora hay un trabajo más de campo escuchando a los vecinos y me siento muy bien, muy contento. Me han tratado muy bien en general y, como Martín decía, por lo general uno va a buscar el reclamo, qué es lo que está haciendo falta. Esa es la manera que tenemos de recabar la información y direccionar las acciones para que pronto todos y cada vecino de Pinamar empiecen a notar de una u otra forma esa mejoría en la vía diaria”, señala el deportista.

Pizzolito es nieto e hijo de pioneros. Sabe que en el motociclismo tiene un nombre, pero que en el quehacer político no es tan conocido. Sabe que quien no lo conoce puede pensar que incursiona por algún particular; ahí es donde aparecen el peso del apellido y los antecedentes familiares, las normas de comportamiento que hacen a un prestigio personal. Entre sus consideraciones pone en valor el clima de trabajo, positivo y de franca camaradería.

Consultado acerca de la baja difusión que tiene el abultado plan de obras que llega desde la Nación, el intendente justifica la situación de manera simple. Como todo pinamarense recuerda, hay muchos antecedentes de promesas incumplidas a lo largo de sucesivos gobiernos y Yeza prefirió resistirse a la tentación de los anticipos ante una situación que podía ser una promesa más, sin control, ya que no depende directamente de su gestión. Y es cierto, no hubo grandes anuncios de las pasarelas en la playa, de las veredas en Intermédanos o de la creación de una plaza con un sentido moderno en Ostende.

El intendente asegura que las obras le van a llegar a todo el mundo y repasa mentalmente y en voz alta como si leyera un borrador donde figuran la construcción de un modesto refugio para esperar el colectivo a un gran centro de atención primaria de la salud.

En una primera experiencia de un encuentro con precandidatos, donde Pizzolito concurrió con Yeza, el piloto reconoce la presencia de valores y “una profunda convicción por refrendar esta voluntad de cambio, que expresamos mayoritariamente en 2015 y por apoyar a María Eugenia Vidal en estas batallas que no se han llevado a cabo en estos años contra la droga, el narcotráfico, que tanto nos preocupa, por lo menos a los que somos padres”. El candidato destaca la llegada de obras inclusivas y esenciales para las condiciones de vida de la gente.

“Somos una ciudad hermosa y a veces lo olvidamos”, señala el intendente, quien entiende que el brillo pinamarense no se ha perdido, por más que haya quienes deseen negarlo. “Para eso tenemos que ser un equipo de 45 mil pinamarenses, los que estamos de acuerdo y los que no”, agrega. La idea del equipo se completa con jugadores que jueguen para el mismo lado, ya que, si bien se ha incrementado la cantidad de máquinas para el mantenimiento y la limpieza de las calles, siguen existiendo quienes ensucian y descuidan. Yeza dice que, si nos unimos, no solo vamos a mejorar sino que vamos a ser un modelo de partido.

“Si no nos ayudamos nosotros no nos va a ayudar nadie. Por eso es tan importante que, los que estamos de acuerdo y los que no, estemos unidos, juntos, para formar un equipo para sacar al distrito adelante y ponerlo en el lugar que tiene que estar”, afirma categórico Martín Yeza.