Un testimonio diferente en una feria de ciencias

El trabajo estaba relacionado con la escasez del recurso agua y las formas de potabilización. Una de ellas, la decantación, dio lugar a que un residente relatara su experiencia.

Un joven pinamarense, Gastón Lambertucci, quien comenzó hace unos años a tomar agua de mar, cuenta acerca de los cambios operados en su organismo y señala que recurre a la decantación del líquido como forma de purificarlo.

“Yo arranqué a los 21 años. Fue el hecho que, de por sí, lo que actualmente nos vende el sistema no me cerraba en muchos aspectos y después, por temas de salud, yo tenía problemas intestinales, me agitaba de subir una escalera; entonces, dije que había algo en la cultura y la alimentación que a uno le enseñan desde chico. Había un problema y no era tanto de la naturaleza, de los virus y bacterias, como por ahí nos venden, y es más un tema del medio interno, de cómo nosotros nos nutrimos y como nuestro cuerpo reacciona”, dijo a manera de introducción para luego agregar que, más allá de los resultados terapéuticos, obtuvo otras ventajas: “Es una apertura de conciencia abismal porque yo empecé por un tema de salud y vi un montón de cosas que no podía ser que estén pasando y que tanta gente que hoy sufre; no solo el agua de mar, el sol también, tan nutritivo para el cuerpo y no se enseña eso. Incluso los nutricionistas algo saben porque yo he hablado con nutricionistas y me hablan de la gente que tiene problemas de calcio: le hacen tomar sol para fijar el calcio en los huesos”.

El entrevistado considera que el agua de mar no contiene toxinas y que si nos remontamos a la prehistoria se puede ver que todo se originó en el mar.

Al ser consultado acerca de qué respuesta darle a quien quiera iniciarse en el tema, recomienda: “Primero, que está bueno que no me crea, que se informe, que hay muchos videos en internet; que busque información de varios lados y que compare; y segundo, que se anime a probarla: no necesariamente tiene que arrancar con el agua de mar pura, puede mezclarla con jugo; yo la he llegado a mezclar con jugo de frutas. Recurro a la decantación y la rebajo un poco con agua dulce, no con agua destilada. El agua, cuanto menos minerales tiene es más ácida. Si puede ser de pozo no importa; es rebajarla para que se ponga a tono con nuestro paladar hasta acostumbrarnos. Después, con dos o tres vasos de agua de mar te cambia todo”.

El testimonio de Gastón Lambertucci formó parte del trabajo presentado en la Feria de Ciencias y Tecnología de la ES 4 Arvis, que fuera denominado por sus autoras SOS H2O.

El trabajo estuvo abocado a tratar sobre la “Escasez de agua dulce y posibles potabilizaciones de agua en general”. Las autoras del trabajo son las alumnas de primer año (1° 3°): Ella Nápoli, Abril Franco, Ámbar Luján y Abril Ligari.

N. de la R.: Esta nota tiene valor testimonial y, como es de rigor en estos casos, siempre recomendamos consultar al médico antes de cambiar nuestros hábitos en la ingesta.