Carlos Méndez es el presidente de la Cooperativa Reciclando Conciencia, entidad que se hizo fuerte desde hace tres años y que trabaja en pos de dar dignidad a la gente y mejorar el medio ambiente.

“Y estamos activando ambientalmente desde hace seis años. Nace como un movimiento de vecinos, luego se empiezan a sumar amigos y se transforma en un movimiento activista ambiental durante un paro municipal en que hubo quema de gomas y que duró como cinco meses. Recuerdo que se generaron pequeños basurales en todas las esquinas y así comenzamos, más que diciendo, haciendo”.

“Allí comprobamos que no había un destino sustentable en la zona para llevar los materiales que recuperábamos de estos basurales. Y así es como terminamos el círculo nosotros mismos con el mejor formato que había: una cooperativa. Con los años logramos conformarla en papeles y ordenarla administrativamente”.

–¿Cómo realizan el trabajo de recolección de plásticos, vidrio y papeles?
–Hoy estamos con un contrato con la Municipalidad para la recolección y el mantenimiento de las islas ambientales, distribuida en 23 puntos diferentes del partido, con una logística relativamente fácil. De esa manera trabajando fundamentalmente en el recupero de materiales.

Contamos con 22 socios, de los cuales doce están directamente involucrados en el recupero, entre la recolección, lo administrativo y lo operativo de la planta de transferencia. Los otros están a través de una ayuda del Ministerio de Trabajo, hacen ciertas horas por mes para tener este beneficio. La idea es ir incorporándolos en la medida que la cooperativa aumente en volumen y de ingreso en cuanto al servicio de recolección. Tenemos una recorrida diaria, que se hace de mañana, en las 66 islas distribuidas en 23 puntos, donde la gente deposita en forma voluntaria sus residuos, como también mucha gente que se acerca a la planta. Luego es bajado a la planta, donde los socios lo suben a la cinta transportadora y en forma manual es separado por tipo, clase y color para finalmente ser compactado y vendido a la industria. Obviamente asegurándonos que el destino sea sustentable y no vaya a parar a otro donde no puedan ser reutilizados los materiales.

–¿Se gana dinero con este trabajo?
–Se generan puestos de trabajo a través de un recurso genuino que antes iba a parar al basural a cielo abierto. Hoy no es captado todo, pero sí aquello que genera trabajo, que es lo que nos mueve hoy. Que da un beneficio social importante. A Pinamar le hace falta esto de generar trabajo genuino, y que no dependa de la temporada alta o baja.

La Cooperativa Reciclando Conciencia cuenta con una página de Facebook para aquellos que quieran conocer con más profundidad la propuesta. Su teléfono es 516880. “Queremos poner en conocimiento a la comunidad que si bien hay una problemática con el tema de los residuos, si el vecino realmente se preocupa y ocupa, puede darle un destino sustentable. Hoy estamos avalados por el OPDS [Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible] y somos únicos en la región en cuanto a destino sustentable, y esa es una pata que nos ayuda a nivel municipal y provincial para poder bajar ciertas resoluciones y leyes, las cuales hacen que se cumpla en cuanto a la separación de los residuos. Hoy somos un destino sustentable y lo ideal sería que cada municipio tuviera uno. Nosotros hoy otorgamos certificados de trazabilidad, algo que nos llevó dos años pero falta el acompañamiento del Concejo Deliberante y del Municipio para poder aplicar ciertas obligaciones que tienen los grandes generadores y demás”.

Finalmente Méndez pidió que “vean la alternativa a la problemática, porque estamos muy acostumbrados a denunciarla pero no a informar las posibles soluciones que puedan llegar a ver. No es a favor ni en contra de ningún gobierno, sino a favor de las buenas acciones. Que es lo que hace falta difundir”.