Tal cual se anticipara pareciera que la idea del gobierno bonaerense del regreso del ferrocarril no ha entrado en vía muerta, todo lo contrario ya que desde hace tiempo se analizaron las instalaciones y las vías para volver a hacerlo operativo.
A muchos la nostalgia les humedeció los ojos al concretarse la aparición en escena de una locomotora que proveniente de General Guido llegó a General Madariaga cuando hacía trabajos de relevamiento del estado de los rieles y otros dispositivos que hacen al buen funcionamiento de un convoy que un día llevará pasajeros o mercaderías uniendo los pueblos de nuestra región,.
Es que muchos madariaguenses recuerdan aquellos tiempos en que el tren arribaba a la estación y con él las novedades, las encomiendas y todo lo que despierta el acto de marcharse de un lugar o de regresar a ese punto de origen.
Una locomotora con los colores patrios es todo un símbolo en una época en que el país quiere sacudirse la modorra de la inoperancia para retomar un camino de vías oxidadas por la falta de actividad positiva. A lo mejor más de uno lo entendió así y salió presuroso de su casa para darle la bienvenida y unirse en la emoción con el vecino más cercano y recordar.
Uno de esos memoriosos es Beto Fischer, un músico, un saxofonista y un artista con una actitud tomada ante la vida.
El mismo nos cuenta: “La verdad es que uno ya lo daba por perdido al tren, al ramal, sobre todo al no circular más, al no tener políticas sobre la reactivación; es como que con el deterioro y el abandono, ya nos habíamos hecho a la idea que el tren no iba a pasar más. Por suerte, ya sabíamos que se había empezado a trabajar con algunas cuadrillas…y ayer vino la locomotora…y fue una cosa tremenda, una gran emoción que me toca de cerca porque yo siempre viví a media cuadra de la estación”.
Beto recuerda la magia del acto de despedir como de darle una bienvenida a la persona esperada, a un afecto. Esa visión se vio actualizada cuando junto a los vecinos Beto observó como un niño el paso de la locomotora. Dentro de sus recuerdos cabe la evocación de los días de escuela cuando se producía una visita al ferrocarril con fines didácticos.
Es innegable que quienes han vivido otra época relacionan la presencia del tren con el progreso, hasta que se produjo la desactivación y muchos pueblos fueron cayendo en la inacción.
Socialmente la desaparición de la circulación de los trenes trajo aislamiento a muchos pueblos marcando un decaimiento notorio de su economía, sin dejar de lado que en muchos casos sus terrenos e instalaciones fueron víctimas del saqueo y de la usurpación desarrollándose asentamientos urbanos.
Foto: Crónica Ferroviaria