Una maniobra sin sentido

Se trata de que, ante las autoridades, el candidato a intendente de Consenso Federal figuraba como fallecido, situación provocada por terceros mediante un acta de defunción apócrifa presentada ante un registro de la CABA.

El concejal Augusto Urrizola, luego de la sesión especial donde se votó el presupuesto, se dirigió raudamente hasta la Fiscalía de Pinamar para efectuar una denuncia, ya que ante el Renaper figuraba como fallecido.

“Por mi cuenta tomo contacto informalmente con gente del registro nacional y me confirman que efectivamente figuro fallecido en su base de datos pero que ellos recogen la información a través de una presunta partida de defunción presentada en un registro civil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La cosa ahí tomó otro color porque hasta el momento para mí era un simple error burocrático que por supuesto te trae un sinfín de inconvenientes en la vida cotidiana; en lo comercial, incluso no poder hacer una factura electrónica porque tengo bloqueado el CUIT, ni recibir facturas a nombre mío porque ya figura en sucesión de Augusto Urrizola, porque es automático en el sistema, y a eso sumale que en mi condición de candidato a intendente podría tener algún tipo de derivación desde lo electoral, por lo cual me aconsejan dejar constancia en sede judicial de mi situación y notifico a los candidatos nacionales de mi espacio, Consenso Federal. Graciela Camaño se pone a disposición y a través del apoderado partidario va a tomar los recaudos necesarios para evitar cualquier tipo de derivación no deseada en la Justicia Electoral, como la baja de la lista o corrimiento, pero en el día de ayer hice la denuncia en la fiscalía de Pinamar. Fue designada la fiscalía del doctor Elizarraga en el tema. Así que esto recién comienza y espero que prontamente la Justicia libre algún exhorto para conocer la presunta acta de fallecimiento, [a la] que yo, como ciudadano común, no tengo acceso”, explica.

La situación es desconcertante y con algún viso humorístico, ya que es difícil determinar a quién beneficia la maniobra aunque quede en claro a quién perjudica. También es importante poder determinar quién es el responsable, ya que podría haberse complicado un tanto la situación si Urrizola hubiera tomado conocimiento en un momento más cercano a la fecha de las elecciones.

“Me explicaba la gente del registro que una partida de defunción no es un tema menor. Se toman una serie de recaudos, entre ellas retener el documento del fallecido para identificarlo. No es para nada habitual. Podría ser un error alguien que apretó mal una tecla y con un número muy parecido al mío. Puede ser, y para eso está la Justicia, para esclarecerlo. En tren de hipótesis, podría ser también que el fallecido, si lo hubo, tuviera un documento adulterado y que tuviera mi número de documento”, amplía.