La doctora Verónica Antín, jefa del Servicio de Ginecología y Obstetricia, brindó detalles sobre este particular nacimiento: "Se trata de una señora que se atendía en forma privada y había tenido una cesárea previa. Está cursando sus últimos días de Covid por un contacto estrecho. Es por esto que la recibimos en el Hospital. La señora se encontró siempre bien, la beba también y todo el proceso fue positivo. Decidimos hacer la hacer la cesárea luego de que rompiera bolsa en horas de la madrugada y todo se desarrolló con muchísima normalidad".

La niña pesó 3 kilos y medio al nacer y todo el equipo de trabajo realizó sus tareas coordinadamente sin ningún tipo de complicación. Tanto la madre como la recién nacida se encuentran en perfecto estado de salud.

En este caso primó el profesionalismo y capacidad de la doctora Antin y su equipo ya que han vivido un situación de la cual no se poseen conocimientos previos.

“El recién nacido se puede contagiar en el momento de la lactancia porque la mamá tiene que amamantar con un barbijo quirúrgico, lavarse bien las manos cuando tome al bebé incluso cuando lo pone en su cunita tiene que tener un distanciamiento. Tiene que tener las mismas precauciones como si se tratara de un adulto por el tema del contagio del virus a través de los aerosoles. Esto es un aprendizaje para nosotros, escuchar lo que pasaba en otros lugares. En Buenos Aires ya hubo muchos casos. Nos han transferido su experiencia. En un principio se separaba al niño de su mamá por el contagio pero luego de verificarse que las posibilidades son escasas y se dio preferencia al vínculo entre ambos: recién nacido y la madre”, detalla.