Nos recibe un pueblito encantado, Mar Chiquita, que con sólo 500 habitantes permanentes nos espera con familiar hospitalidad para disfrutar de un almuerzo, ir a la playa en verano, caminar por su largo sendero costero, hacer fotos de naturaleza, pasear en bote, practicar deportes náuticos o pesca de costa o embarcado. Tiene todo en un ambiente amigable y seguro, todo el año.

La albufera fue declarada Reserva Mundial de Biosfera por Unesco en 1996. Es una “laguna” litoral de agua salada o ligeramente salobre separada del océano por una lengua o cordón de arena pero en comunicación con él en un punto. Esta albufera recibe el aporte de arroyos de aguas saladas y dulces de una cuenca continental de 1.000.000 de hectáreas, de lo que resulta una salinidad especial que la hace protagonista de un ecosistema único de mar, playas de arena, dunas vivas, dunas vegetadas, praderas húmedas, pastizales halófilos, marismas con cangrejales, bañados salobres, bañados de agua dulce, arroyos, pastizales pampeanos, talares y lagunas de agua dulce. La heterogeneidad ambiental se refleja en la fauna de aves, que constituyen uno de los grupos más conspicuos, por su tamaño, colorido y canto. Éstas tienen un rol fundamental en la dinámica ecológica del ecosistema estuarial.

¿El próximo fin de semana nos atrae una salida a la naturaleza en familia o con amigos? Salir hacia el sur por la Ruta 11 es la propuesta. Los paisajes y avistajes desde el camino nos irán adelantando un día sorprendente en aquel lugar encantado.