La casa está ubicada en un terreno de veinticinco por cincuenta metros, en un barrio residencial en San Juan del Paraná, Paraguay. Plantada en un lote excepcional: al frente, el río Paraná y al contrafrente, una reserva natural de flora autóctona.

A partir de estos parámetros y de los requerimientos del cliente el estudio de arquitectura propone resolver el encargo mediante dos volúmenes: uno de estos bien expuesto, donde se desarrolla la parte social y publica de la vivienda con grandes ventanales vidriados de apertura completa, que facilita la integración de toda la parte social: estar, cocina, quincho, parrilla, terraza y piscina que pasan a ser un solo ambiente gracias a la flexibilidad que le brindan este tipo de aberturas; y un segundo volumen correspondiente al sector privado conformado por tres dormitorios, con fachadas ciegas para darle más privacidad y protección de la luz del día y el calor de estas latitudes.

Los bloques están vinculados por un puente transparente que articula visual y une físicamente ambos sectores. Una de las premisas a la hora de proyectar la vivienda fue preservar los árboles existentes en el terreno, por lo tanto el 80 % de la casa se desarrolla en planta alta, esto permite aprovechar las extraordinarias visuales que nos ofrece la naturaleza: al sur, el río y hacia el norte, la reserva, conformada por una gran arboleda que actúa como cortina natural durante las horas de la mañana.

En tanto en la planta baja se desarrolla el acceso vinculado directamente al salón de usos múltiples o dormitorio “comodín” en caso de que sean necesarios más lugares para dormir, este cuenta con baño privado, al igual que todos los dormitorios de la vivienda. También la cochera que aprovecha la sombra que genera el bajo losa de la terraza, un pequeño depósito y sala de máquinas bajo piscina.

En cuanto a la materialidad de la casa se optó por hormigón visto y ladrillo visto debido a la poca mantención que llevan estos dos materiales. El hormigón se resuelve con encofrado fenólico en algunos sectores como cielorrasos vistos y con tablas cepilladas en paredes a la vista. El hormigón se protege de la humedad con un producto repelente al agua que lo impermeabiliza. El vidrio se presenta en grandes paños totalmente corredizos en las áreas públicas de la casa, también en carpinterías de aluminio para dormitorios y baños, en paneles vidriados resueltos con Profilit U Glass que ofrece áreas iluminadas pero resguardadas de la vista exterior y barandas de vidrio adosadas al hormigón con brocas de acero inoxidable. Los pisos son de porcelanato simil madera. El ladrillo visto se expresa en interiores como en exteriores.

Esta vivienda rodeada de esta naturaleza excepcional se encuentra en Encarnación, Paraguay. Los arquitectos responsables del proyecto pertenecen a stb_arq. La construcción finalizó en 2018 tiene un total de: trescientos metros cuadrados y las fotografías pertenecen a Antonella Genessini.

Como siempre digo para llegar a una casa así con esta síntesis, en cuanto a su diseño y función debe ser resuelta por un arquitecto.

Nos encontramos por alguna otra latitud para descubrir casas por el mundo.

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