Desde la Jefatura Distrital afirmaron que en los establecimientos educativos de Pinamar se volvió prácticamente a una presencialidad plena. “En caso de que el aforo no lo permita, implementamos una estrategia de asistencia programada”, informó la responsable del área.
El dictado de clases en las escuelas vuelve prácticamente a la normalidad en todo el territorio bonaerense luego de 18 meses. La provincia confirmó el regreso de la “presencialidad plena” en todos los distritos a partir del 1 de septiembre, tras adherir al acuerdo en donde se compromete a mantener las medidas de prevención en las aulas para evitar contagios de coronavirus.
Sin embargo, la mayoría de las escuelas de Pinamar iniciaron esta etapa de presencialidad cuidada, apuntando a una presencialidad plena, recién a partir de este lunes 6. Durante los días previos, los establecimientos educativos de la ciudad empezaron un proceso de adecuación de las aulas a las nuevas disposiciones vigente.
“La actualización del Plan Jurisdiccional para el regreso seguro a clases abre la puerta para ampliar la presencialidad escolar. Es una gran noticia por las implicancias pedagógicas que la presencialidad tiene. Las escuelas analizaron estos ajustes del protocolo en el marco de su realidad institucional y planificaron la mejor oferta posible de manera contextualizada”, manifestó a Pionero el secretario de Educación de Pinamar, Rodrigo De Iraola.
De acuerdo a las recomendaciones científicas, el distanciamiento social de referencia dentro del aula pasará de 1,5 metros a 90 centímetros. En los casos excepcionales donde no se pueda cumplir con la distancia de referencia se procurará mantener siempre la máxima distancia posible entre estudiantes.
Por su lado, la jefa distrital Marta Gosende explicó que las medidas se aplicaron tomando en cuenta la dimensión de las aulas y, en base a eso, se establecieron los aforos. “Las escuelas publican en las puertas de cada salón la superficie y el aforo, fundamentalmente para llevar tranquilidad a las familias”, agregó.
“En caso de que el aforo no lo permita, implementamos una estrategia de asistencia programada. Los chicos de cada sección pueden no asistir determinado día de la semana para permitir que todos puedan tener la presencialidad plena”, puntualizó.
Gosende aclaró que, dado que en el distrito de Pinamar hay cursos con gran cantidad de alumnos, es importante la búsqueda de espacios alternativos. “Esto significa que quizás haya chicos que no estén en el aula común, sino por Zoom o un lugar especial como un salón de usos múltiples o una biblioteca adaptada para permitir que tengamos a todos los chicos, manteniendo la distancia y el cuidado”, indicó.
Semana a semana, cada establecimiento educativo procede a un testeo “no invasivo y de resultado inmediato”, por el que se solicitará el consentimiento previo de las personas adultas responsables de cada estudiante.
Por otra parte, esos establecimientos educativos deben mantener la ventilación adecuada de las aulas, y el uso de medidores de dióxido de carbono. También destinaron fondos a los mismos para adquirir tapabocas con la composición de capas y el ajuste adecuado, lo que posibilita una mayor protección a los estudiantes que lo requieran.
Además, continúa el uso obligatorio de tapaboca de la comunidad educativa durante toda la jornada, la ventilación adecuada permanente de las aulas y espacios comunes, la distancia mínima de dos metros con las y los docentes, la higiene personal y la limpieza y desinfección de los espacios físicos, el ingreso y egreso escalonado y la distancia de dos metros entre los diferentes grupos de estudiantes en los espacios comunes.
La actualización del distanciamiento social de referencia dentro del aula tendrá vigencia siempre que se mantenga la situación epidemiológica actual.