Vuelve el calor humano a las celebraciones comunitarias

Enviado por el equipo de comunicación de la parroquia Ntra. Sra. de la Paz

Las celebraciones comunitarias por fin dieron comienzo la semana pasada, con los mayores cuidados y el cumplimiento del protocolo, devolviendo el contacto presencial de la grey católica con los sacerdotes y los oficios religiosos.

En Corpus Christi, la tradicional procesión por las calles se hizo en vehículos y guardando las distancias correspondientes, pero incorporándole, finalmente, calor humano a la manifestación de fe.

En la jornada festiva por el Sagrado Corazón de Jesús, el 12 de junio, fue posible retomar la adoración en la iglesia Nuestra Señora de la Paz, para ser repetida todos los viernes entre las 12 y las 17.

Es la antesala de un fin de semana en el que convergen la celebración del Día de la Bandera y del Día del Padre, que invitan a bendecir a la Patria y a los jefes de familia.

Pero también se llevará a cabo la colecta anual de Cáritas, en la especial circunstancia de la cuarentena dispuesta como consecuencia de la pandemia del coronavirus.

Principal fuente de recaudación de Cáritas, por primera vez en la historia basa su estrategia en las redes sociales y plataformas digitales de donación.

Este año, inclusive, se extendió hasta el 30 de junio para permitir que la afluencia de donantes, que cuadruplicaron su participación respecto de años anteriores, llegue a tiempo.

El presidente de Cáritas Argentina, monseñor Carlos Tissera, advirtió que “el miedo que pueda causarnos este contexto a veces puede encerrarnos, pero no debemos cerrar el corazón y la mente, al contrario. Es cuando más abiertos debemos estar porque eso nos permite unirnos, poniendo cada uno lo que puede para salir adelante”, exhortó.

Cáritas ha duplicado su asistencia alimentaria llegando a más de 1.500.000 personas, para lo cual se realizó un enorme esfuerzo por sostener comedores y merenderos, y para facilitar el armado de viandas destinadas a personas en situación de calle.

Multiplicó también la cantidad de voluntarios jóvenes, que están haciendo un trabajo extraordinario para llegar a donde nadie va.

Sostiene y desarrolla numerosos programas en educación, primera infancia, economía social y solidaria, autoconstrucción de viviendas, adicciones, asesorías legales, asistencia sanitaria y ayuda inmediata ante situaciones de pobreza o emergencias climáticas.

“Tenemos que mirar el mañana, sabiendo que el presente es muy difícil, económicamente. Veníamos mal y nos vino la pandemia. El futuro que se avecina también es muy difícil, para los pobres, pero también para la clase media. Desde hace varios años en América latina vemos mucha gente de clase media que va cayendo en la pobreza”, agregó monseñor Tissera.

Desde el Vaticano, en la Jornada Mundial de los Pobres, el papa Francisco celebró que en este especial momento mucha gente le “tiende la mano a los pobres”, aunque apuntó contra los que “se llenan los bolsillos y no se conmueven con la pobreza”.