Y hablando de lo que comemos…

Por Amanda Paulos

Es emocionante para los observadores y fotógrafos de naturaleza el momento en que podemos captar con nuestros binoculares o nuestra cámara imágenes que eternizan instantes de la vida íntima de los animales, como puede ser un depredador acosando o alimentándose de su presa, un apareamiento, o simplemente un cortejo, una familia descansando en su albergue, un casal de aves armando su nido, incubando, o alimentando o defendiendo a sus pichones, un instante en el que podemos darnos cuenta de que ellos están tomando una decisión, que están desesperados por una pérdida, que se contactan con nosotros, que a veces confidencialmente colaboran con nuestro afán y en cambio, otras, nos temen.

Es un emblema de la Provincia de Buenos Aires, la Mesopotamia Argentina y Uruguay un pajarito muy bello y confiado, el pecho amarillo común, de 21 cm. En los campos se alimenta de gusanos e insectos, y también de algunos granos, y pernocta en los bañados; es más bien gregario y nos deja hacer muy buenas fotos. El fastuoso falcónido, ave rapaz de la misma familia que los chimangos y caranchos, conocido como halcón plomizo, habita en cambio en ambientes diversos de áreas rurales de todo el territorio americano. Mide alrededor de 40 cm y se posa en sitios visibles, como postes de alambrados o ramas a mediana altura. Caza en vuelo roedores, otros mamíferos pequeños, reptiles, pero mayormente aves, uno de ellos el mismo pecho amarillo. Utiliza la picada, la persecución aérea o la sorpresa. Cuando defienden su nido y pichones pueden incluso, como los demás falcónidos, atacar a las personas, que ellos consideran intrusos, haciendo vuelos rasantes sobre sus cabezas. Finalizada la crianza, en nidos abandonados de otras aves, suelen formar por un breve tiempo grupos familiares.

Retomando el dicho “dime lo que comes y te diré cómo eres”, no podemos decir que los halcones en libertad sean aves amigables, pero si no los molestamos no seremos molestados; son inteligentes, bellos, nos regalan momentos inolvidables, cumplen su rol en el ambiente, y así los hizo la creación.