La otra cara de la moneda

El secretario de Salud, desde otro ángulo, da detalles del conflicto que envuelve al sector, sin desconocer la injerencia presupuestaria que da lugar a la restricción de la cobertura médica.

Frente al conflicto suscitado por los recortes en el área de Salud, y mientras vecinos y médicos marchan juntos pidiendo que se reviertan las medidas adoptadas, el secretario de Salud, Dr. Jorge Benítez, no duda al contestar que este es un asunto en el que la política es el principal protagonista y que muy poco hay de realidad.

Según el funcionario, el hecho de hablar del cierre de la salita de Valeria ya es indicio de una mala intención, de gente cuyo único objetivo es generar conflicto para beneficio personal, e incluso, planteaba Benítez, se llegó a decir que el Hospital Comunitario iba a ser privatizado, algo que es absolutamente inviable.

Más allá de las declaraciones que apuntaban a separar la responsabilidad del conflicto actual, el funcionario sí aceptó que existe un ajuste: “Si es verdad que con el ajuste hubo que optar, o pagamos sueldos o compramos medicamentos, yo prefiero comprar medicamentos”.

Insistiendo en la cuestión presupuestaria, el secretario de Salud comentaba a este medio que, debido a la falta de recursos, se debió gestionar ayuda en la Provincia y en la Nación. “Con el intendente estuvimos haciendo gestiones en ambos ámbitos para que nos apoyen financieramente o con insumos para sostener todo. Afortunadamente, después de varias gestiones, y de presentaciones varias, hemos conseguido apoyo en aparatología, por ejemplo: nos estarán enviando un arco en C, fundamental para las cirugías traumatológicas, y eso solo representa alrededor de dos millones de pesos”.

Ante esta noticia, y frente a la presión social, es de esperarse que las medidas restrictivas queden sin efecto. Sin embargo, Benítez explicó que este tipo de medidas es parte de las acciones que tienen que llevar a cabo para, en un futuro, mejorar. Aclaró que por el momento toca achicar, que esto no implica que sea para siempre, pero que hoy sí.

En relación con los reclamos de la comisión interhospitalaria, como la merma de servicios, el cierre de la guardia del diagnóstico por imágenes, el servicio de nefrología o la guardia de la Sala de Valeria del Mar, el secretario dijo que esto ya fue consensuado en el Ministerio de Salud, que los servicios que se reduzcan en nuestro distrito serán atendidos en Mar del Plata: “Es un paso atrás –admitió– pero no definitivo. Tenemos que organizar para conseguir que se atiendan en Mar del Plata hasta que podamos brindarlos nosotros”.

La Sala de Valeria del Mar, fuente del conflicto y la que promovió las movilizaciones, fue tema de consulta. Benítez aclaró que “ya está en vías de resolución” y que “Valeria atiende las 24 horas”. Lo que olvidó mencionar el funcionario, y lo que reclama la gente, es que la guardia sólo funciona desde 20 hasta las 8 y el resto del tiempo funcionan consultorios, que no atienden urgencias (serán derivadas).

En cuanto a las manifestaciones, el Dr. Benítez insistió con la cuestión política y la búsqueda del rédito personal. En una misma línea con el resto de los funcionarios, definió: “Acá se trata de gente que busca atacar a la gestión”. Más allá de si alguno aprovecha la movida para intentar algún salto a la política, está claro que la gente se ha manifestado en defensa de algo que considera propio. La Sala de Valeria del Mar ha atendido las urgencias de locales y turistas desde sus comienzos: tanto incidentes caseros como caídas en las escuelas de la zona o accidentes de tránsito. La “salita”, como la llaman todos, ha sido el efector de salud periférico que ha logrado mayor desconcentración de pacientes, alcanzando los objetivos de descentralización que todas las gestiones buscan. Por ende, el secretario deberá analizar cómo responde frente al pedido de la gente, que entiende que no se cierra la sala pero interpreta también que le han quitado un derecho importante.

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