Despertemos

Si hay un pueblo que tiene rosca política es éste. Olvidate, en muy pocos lugares en relación al ambiente político encontrás lo que sucede acá. Ya hay ambiente político, de cara a las próximas elecciones. Ya podés olfatear los movimientos que se empiezan a gestar. Los cheques que se empiezan a librar.

Las charlas de café cada vez más cotidianas, las reuniones en locales partidarios, los llamados de teléfono, las operaciones políticas por redes sociales, los posibles ofrecimientos en listas o puestos a cambio de silencio o bien de obediencia (ya la obediencia debida en el Concejo se encuentra resuelta, pero falta encauzar a algunos rebeldes más). En fin, son cuestiones que nunca van a cambiar, y menos en un principado como éste, donde los intereses económicos siempre estarán por encima de los intereses sociales, a pesar del discurso populista de algunos (no pido el sincericidio de Urrizola y los desaparecidos, pero por lo menos tengan más honestidad intelectual al prometer en campaña).

Lo que se va a discutir este año, cuando suene la sirena de largada, es qué Concejo Deliberante tenemos y cómo queremos conformarlo para el Pinamar que viene. Históricamente, siempre se votó en función de los dos principales cabezas de lista, sin importar mucho qué tipo de propuesta o qué plan de gobierno tienen para llevar a cabo su labor legislativa (gobierno en relación al entendimiento del funcionamiento político en el HCD para legislar en torno a las necesidades y proyectos del Ejecutivo).

Esto último es lo que evidentemente no tuvimos en los últimos años, principalmente desde que el viaje de egresados desembarcó en el Gobierno, acompañado por supuesto por los coordinadores, que fueron al Concejo.

No sos vos, soy yo. La culpa es nuestra. Por supuesto que la culpa es nuestra. Somos nosotros quienes elegimos a los representantes que tenemos en ese Concejo. Tenemos un Concejo que insume más de $18.000.000 anuales, con concejales que nos cuestan más de 60.000 pesos por mes. Entre concejales, asesores, secretarios, etc., hay más de 35 personas. En principio me parece excesivo para el nivel de respuesta que han dado. El otro día escuchaba a la presidenta del HCD, haciendo referencia a la alternancia que debería primar en las instituciones intermedias y en los gobiernos, para un desarrollo económico e institucional sostenido en el tiempo, sin importar quién estuviera a cargo. Ese mismo cinismo y esa misma hipocresía es la que la llevó a ella a estar por más de dos décadas sentada en el HCD. Siempre funcional y sin resultados.

Hay también otros concejales que tienen ausencias recurrentes, que no se preparan para las sesiones, que votan sistemáticamente en favor del mismo sector, que tienen como asesores a punteros o bien amigos, gente poco preparada para la responsabilidad del cargo. Analicen las estadísticas de presentismo y votación. Vean los proyectos presentados. Acepto y comprendo a los que votan por convicciones ideológicas, pero los que votan por acuerdos políticos, lean un poco más, por favor, instrúyanse, capacítense. Ustedes están ahí solo por el dinero y juegan con nuestro futuro como ciudad.

Si queremos mejorar como sociedad, lo que entiendo es que deberíamos tener un Concejo que esté más formado, que rinda cuentas como corresponde, que denuncie cuando no se trabaja de la forma que el pueblo necesita. Pasó ya un año y medio del nuevo gobierno y lo mejor que presentaron fue la ordenanza Pet Friendly, o la de los avioncitos de papel. ¿Algo para el pueblo? ¿No? ¿Seguro? ¿Pero buscaste bien? El nivel de concejales que tiene el oficialismo es pésimo. No malo. Pésimo. No presentaron proyectos útiles para la sociedad, votaron absolutamente todo en favor del Ejecutivo, aun no entendiendo qué se votaba (cambiando por ejemplo la ordenanza de centros culturales, o hablando de un aumento del módulo de forma incorrecta, lo que me da a entender que técnicamente no están preparados para la función que cumplen y menos sus asesores). Párrafo aparte es el enlace legislativo. Es tan útil esa función como la del jefe de Gabinete. Deberían triplicarles el sueldo, darles viáticos, chofer, millas, Memberships Rewards y más. Para ellos mucho es poco. Todo político.

De los concejales que ya estaban ocupando una silla, mucho más no se podía pedir, si no lo hicieron en los últimos casi cuatro años, por qué lo van a hacer ahora. Hay que ver quién es cada uno y qué intereses representa y la ficha cae sola. El paradero de la oposición se está buscando todavía. Si alguien la vio que avise, así la devolvemos al Concejo.

Entiendo también que haya concejales que estén confundidos, si tienen que legislar para nuestro Municipio o para Madariaga, pero, si necesitan un plano de Pinamar, en la Secretaría de Turismo creo que quedan algunos sin errores de la fructífera gestión de Turismo.

Tengámoslo presente este año, cuando votemos para que otros integren ese Concejo; despertemos, porque después será muy tarde.