“El pueblo va a dar una vuelta de página muy fuerte para octubre”

Así lo expresó el diputado y presidente de Unir, en una charla donde se tocaron todos los temas de la agenda mediática actual.

El doctor Asseff cuenta sobre su alejamiento de la línea de Espert y avizora un cambio en los resultados para el caso en que se incremente el número de votantes.

–¿Está aprovechando el fin de semana largo para tomarse un breve paréntesis?
–No. Acabo de terminar una nota de opinión que se llama Octubre es posible, donde planteo que el debate presidencial, además de las cuestiones que naturalmente van a ocupar a los dos candidatos, abarquen fundamentalmente qué Argentina en el mundo queremos, cómo queremos ubicar a la Argentina en el mundo, si aislada, cerrada, con una economía estatista y dirigista o la vamos definitivamente a encaminar hacia las corrientes del intercambio comercial mundial, las corrientes de capitales; en sí, una apertura que por supuesto tiene que ser convenida y acordada pero que permita a la Argentina modernizarse.

–El gobierno ha salido de lo proyectado con el Fondo en relación a los gastos. ¿Cómo puede influir esto en el futuro?
–Lo del FMI es que la Argentina es vulnerable y débil financieramente y necesita del auxilio del prestamista que, de última instancia, es el Fondo Monetario, que es el más barato en cuanto al monto de las tasas de interés, pero que es obviamente exigente en cuanto a las políticas que hay que aplicar de saneamiento financiero interno para permitir no sólo la cobrabilidad del préstamos sino también el saneamiento de la macroeconomía del país que recibe el apoyo. Eso seguramente que ahora necesita algún ajuste de cómo serán los plazos de recupero del préstamo y ése es un tema que lo tiene que abordar tanto Macri si es reelecto como el candidato opositor si resulta ser el vencedor. Eso es inexorablemente así. Pero es producto de la vulnerabilidad de la situación financiera de la Argentina, no económica, porque es poderosa económicamente; lo que ocurre es que financieramente es frágil, producto de la descomunal desconfianza interna que hay desde hace décadas, que se va agudizando con el tiempo y, además, que estalla en crisis recurrentes que son ya insufribles.

–¿Por qué se alejó de Despertar?
–El motivo real lo tiene publicado en el diario La Nación de hoy: el propio jefe de campaña de Espert se ha apartado ya hace un mes y medio denunciando que él descubrió que el financiamiento de la campaña venía del kirchnerismo. Usted no puede estar en una propuesta que es verdaderamente disruptiva, plantear que la Argentina tiene que ir hacia las libertades económicas, completando las libertades que la Constitución establece, que no tiene nada que ver con el sentimiento nacional que debemos todos abrigar y sostener. Acá se intenta disimular que lo único que se busca es quitarle votos al presidente Macri y lo que la Argentina necesita no es quitarle votos al presidente Macri sino dirimir precisamente si vamos a seguir hacia una economía moderna o volver para atrás. Yo, como no quiero volver para atrás, no puedo estar en un espacio político que está en complicidad con el pasado.

–¿Cómo ve la provincia luego de casi un período de gobierno de María Eugenia Vidal?
-Yo creo que la gobernadora Vidal, junto con el viejo gobernador Oscar Alende, han sido los dos mejores gobernadores que ha tenido la provincia de Buenos Aires en los últimos 60 años. Lamentablemente la gobernadora no ha tenido éxito en estas PASO pero yo creo que el pueblo va a dar una vuelta de página muy fuerte para octubre, que va a revertir la situación, sobre todo si somos capaces de descubrirle a Kicillof el entorno camporista que lo sostiene, porque ahí la gente va a descubrir el verdadero Kicillof, no el que se ha ocultado prácticamente y le han dicho que no hable más de economía. Nosotros queremos justamente que hable de economía, qué piensa del distribucionismo chavista que arruinó una economía próspera, como era la de Venezuela, que necesitaba cambios y transformaciones pero con el distribucionismo lo único que se logró es hacer de Venezuela una ruina. Eso él lo apoyó en su momento.

–¿Cómo ve el apoyo de Pichetto al presidente Macri?
–Nosotros lo vemos como una extraordinaria apertura que hizo el Presidente hacia uno de los dirigentes políticos con mayor visión que tiene la Argentina, sobre todo con una idea muy institucionalista, que incluso lo ha llevado a cumplir un rol en el Senado, muchas veces aparentemente contradictorio, apoyando a uno y otro presidente, pero lo que él ha marcado no deja de tener un alto significado. Yo no estoy en el Senado como un estudiante en una puja universitaria sino que estoy acá para cumplir un rol institucional, y el Senado tiene una función coejecutiva importantísima, según fija la Constitución, en la política internacional, diplomática, judicial, financiera del país porque. Una actitud institucionalista pocas veces vista en la Argentina, y eso es lo que se ha valorado de Pichetto. Además, lo que él plantea: que el único peronismo posible, de cara al futuro, es el republicano. Y eso es fundamental, porque si la Argentina va a ser una república con la posibilidad de alternancia en el poder pero tiene la misma dirección, el mismo derrotero, depende mucho precisamente de que el peronismo se republicanice, se haga institucionalista, y abandone las veleidades autoritarias que siempre anidan en su seno. Esa propuesta tiene altísimo valor, la del peronismo republicano que representa Pichetto.

–¿Qué posición ha tomado con respecto a la inmigración?
–En este caso tengo una pequeña disensión con Pichetto porque yo soy partícipe de una Argentina que le abra sus puertas a la inmigración. Yo, por ejemplo, he visto a los bolivianos en Pinamar con un comportamiento laboral meritorio y ejemplar y con un comportamiento cívico maravilloso y con una actitud familiar modelo y eso nos de la pauta de la importancia que tiene para ensanchar al país desde el trabajo y la productividad que tengamos un país abierto a la inmigración. No es cierto que el extranjero le saque trabajo al argentino. Al contrario, genera más actividad y paga más impuestos. Quiere decir que ensancha la torta y la riqueza nacional.

–Volviendo al tema electoral, ¿se revierte este proceso o ya está dicha la última palabra con lo acontecido con las PASO?
–Para nada están dichas las últimas palabras… Con que vote el 82% de la población en lugar del 71%, como votaron, con un incremento de tres millones de votantes modifica el escenario electoral. La gente ha entendido que no hay ninguna garantía de que el señor Alberto Fernández pueda darle certidumbre a la economía ni pueda generarle mágicamente bienestar. La oposición que ha manifestado de forma llamativa en contra al bajarle el IVA a la canasta básica y lo es porque es una propuesta que se viene planteando, hace años, desde el justicialismo y otros sectores y cuando se aplica la medida resulta que hay protestas. Hay muchas contradicciones que la gente va descubriendo. Va a haber una reversión para octubre. No digo que va a ser total pero sí que va a dar la posibilidad de ir a un ballotage.