Mensaje al sacerdocio que viene: “Son la sal de la tierra, la luz del mundo”

Enviado por el equipo de comunicación de la parroquia Ntra. Sra. de la Paz.

Como antesala al inicio de la Semana Vocacional, el obispo Gabriel Mestre había estado en Pinamar acompañado por Luca, un joven que comienza a dar sus primeros y fuertes pasos en el Seminario de La Plata.

Emprende, de este modo, el camino del sacerdocio, que empieza con un año llamado Introductorio, luego tres años de filosofía y cuatro años de teología.

Son profesorados de nivel terciario. Y la formación específica para la espiritualidad y el ministerio sacerdotal.

Al terminar el seminario, se es ordenado primero diácono, y luego presbítero, a quien normalmente se lo llama sacerdote.

En cambio, es asistente del sacerdote en la celebración de varios de los sacramentos, como la Eucaristía, la Penitencia, la Unción de los enfermos y la Confirmación.

El sacramento del orden, que es la identificación con Cristo, sacerdote y cabeza del cuerpo místico de la Iglesia, tiene tres grados, iniciando en el diaconado, luego presbiteriano y finalmente episcopado. El obispo, según las tareas que se le confían, puede ser nombrado arzobispo, primado, patriarca y cardenal, o el cargo supremo de Papa.

Los jóvenes que se encuentran realizando su discernimiento vocacional y preparando su vida para el sacerdocio en el Seminario en la ciudad de La Plata, como Luca, recibieron el llamado de Jesús.

Los costos son elevados ya que contabilizan la residencia y comida en el seminario, la obra social, los traslados, las necesidades básicas de cualquier estudiante que está fuera de su casa y ciudad.

Es indispensable, en consecuencia, la ayuda económica para que la mayor parte de las vocaciones puedan ser afrontadas por aquellos jóvenes cuyas familias no están en condiciones de solventarlas.

En tal sentido, acaba de ser lanzada en nuestro país la iniciativa “Mil Amigos para los Seminaristas”, que consiste en reunir fondos para acompañar financieramente estos años de formación, discernimiento vocacional y preparación de la vida para el sacerdocio en el Seminario en la ciudad de La Plata.

En la semana de oración por las vocaciones ya empezada, y que finaliza el martes 14, con la misa de San Valentín, se invitó a las comunidades a hacerse eco de las palabras del Señor: “Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha”.

Al conmemorarse los 25 años de la Pascua del Venerable, Eduardo Francisco Pironio, monseñor Mestre recordó el pasaje de la homilía de la Vigilia Pascual de 1971 dedicado a los jóvenes: “Ser luz en lo cotidiano”. Y exhortó a caminar juntos en clave sinodal renovando en Jesús nuestro servicio evangelizador y catequético.

Subrayó que “es particularmente difícil y comprometedor enfrentar ese desafío”, aunque se vive “un momento también extraordinariamente rico y fecundo en que se pide el compromiso total de todos los cristianos, pero de un modo particular se está pidiendo el ser testigos de la luz a los jóvenes. Que ellos vivan la transparencia, la claridad, el fuego de la luz. Ser luz en el Señor”, sostuvo Mestre en su mensaje.

Nuestra parroquia realiza la adoración eucarística por las vocaciones el viernes, de 18 a 20.