Nueva ordenación diaconal en nuestra diócesis

Las vigilias, adoración ante el Santísimo, misas, testimonios vocacionales y reflexiones sobre la vocación al sacerdocio y a la vida consagrada se realizaron el pasado 7 de mayo en las diócesis del país, con motivo de la 54ª Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. Se conmemoró el domingo del Buen Pastor, cuyo lema este año es “Empujados por el Espíritu Santo para la misión”.

El papa Francisco, que presidió el rezo del Regina Coeli durante la ordenación de diez nuevos sacerdotes en la Basílica de San Pedro, advirtió acerca de escuchar la voz de falsas sabidurías que no son las del Buen Pastor.

“A veces racionalizamos demasiado la fe y corremos el riesgo de perder la percepción del timbre de esa voz, de la voz de Jesús buen pastor, que estimula y fascina”. Para Jesús “no somos nunca extraños, sino amigos y hermanos”, dijo el Pontífice y alertó que “no siempre es fácil distinguir la voz del pastor bueno. Existe siempre el peligro del ladrón, del bandido y del falso pastor”.

Explicó que en el Evangelio “el rebaño, que somos todos nosotros, tiene como habitación un redil que sirve de refugio, donde las ovejas viven y descansan tras el cansancio del camino. Y el redil tiene un recinto con una puerta, donde hay un guardia”, dijo.

“Al redil se acercan varias personas. El primero es el pastor, el segundo un extraño que no ama las ovejas. Jesús se identifica con el primero y manifiesta una relación de familiaridad con las ovejas expresada a través de la voz, con la cual les llama y ellas le reconocen y lo siguen”, sostuvo.

Y concluyó: “Cristo, Buen Pastor, se ha convertido en la puerta de la salvación de la humanidad, porque ha ofrecido la vida por sus ovejas. Jesús, pastor bueno y puerta de las ovejas, es un jefe cuya autoridad se expresa en el servicio, un jefe que para mandar dona la vida y no pide a los otros que la sacrifiquen”.

La diócesis se prepara en este aspecto para la ordenación diaconal en la Santa Misa del viernes 26 de este mes, en la catedral de Mar del Plata, del seminarista Gustavo Nicolás Garzón, quien de este modo a fin de año sería presbítero.

Contamos actualmente con diez jóvenes preparándose para el sacerdocio en el seminario de La Plata, entre ellos Juan Pablo Arrachea; Nahuel Dejean; Lucas Di Leva; Pablo Ariel García, y Marcelo Sorribas. El ciclo dura ocho años.

El año pasado fueron ordenados sacerdotes Gastón Buono y Juan Cruz Mennilli, quienes se sumaron de inmediato a cubrir la necesidad de sacerdotes que hay en la diócesis, en la que actualmente sólo se cuentan 80 entre los integrantes del clero y las congregaciones que prestan servicio a casi un millón de habitantes desde 51 parroquias y unas 250 capillas a las que se suman 50 colegios católicos del área de la Diócesis de Mar del Plata (que abarca nueve partidos, incluyendo el nuestro).

En los años ’80, considerados un boom de vocaciones, había en todo el país 2000 seminaristas y luego el número fue decreciendo. De los 1501 que en 1999 estudiaban para ordenarse sacerdotes, el número se redujo a 827 en 2014, y así sucesivamente.