El político analiza la visita de Kicillof, da un panorama del estado actual de la campaña y marca algunas diferencias insalvables, más allá de la política.
La aparición en el escenario político de Matías Melia provocó reacciones. No faltó quien viviera el momento como un acontecimiento positivo, ya que se trata de una nueva figura, pero tampoco faltaron quienes esbozaran una crítica acerca de la autonomía del grupo que lidera.
–¿Cuál es la imagen que te dejó Kicillof?
–Para mí Axel se representa como uno de los candidatos más preparados de lo que yo vi en la contienda política. Puede haber quienes no lo conozcan, pero para mí, que indagué en su perfil de candidato, se trata de una persona que puede desarrollarse en cualquier ambiente y referirse a cualquier tema. Obviamente esas personas acceden desde muy jóvenes a puestos muy altos y Axel representa eso.
–¿Su perfil de investigador acentúa una mirada sobre la realidad?
–Sí. Se trata de alguien que comenzó desde muy chico, en su etapa de universitario. Desde ese lado, estamos frente a una persona súper preparada.
–Sin profundizar en el intercambio que se dio entre ambos, ¿tocaron algún tema en particular?
–Fue muy corto el tiempo, ya que tenía que seguir adelante con su recorrido, pero fue suficiente para hilvanar una estrategia electoral. Fueron cinco minutos que pudimos aprovechar y ponernos de acuerdo en ese tema. Eso fue lo que nos trasmitió, así como la forma en que vamos a ir trabajándolo.
–Kicillof visita el distrito y al parecer lo hace con el fin de pacificar. ¿Unir a las distintas listas es uno de los cometidos del grupo?
–Hemos trabajado para ello y cumplido con los pasos que nos habíamos propuesto en el grupo. No es que hubiera una desunión sino que era así como estaba pautado. Más que nada, hubo rumores en el medio, muchas conjeturas… Mucho se dijo luego de las PASO y quien las dijo, realmente, no me conoce a mí ni a la gente que está con nosotros. Nosotros siempre tuvimos en claro lo que íbamos a hacer y siempre fue nuestro deseo hacerlo ordenadamente. Creo que vamos cumpliendo con los pasos como lo habíamos proyectado.
–¿Estar organizados no es un poco atípico en el justicialismo?
–Es un poco lo que, desde lo particular, quiero hacer. Reestructurar el partido, aggiornarlo, modernizarlo, trazarnos objetivos de trabajo. Con Gregorio [Estanga] trabajamos en distintas etapas. Un poco en el inicio, y ahora. Yo planteé con el grupo una estrategia electoral, para luego optar por otro camino, que es el que Gregorio entendió que era el mejor, y nosotros acompañamos esa estrategia y trabajaremos en lo que es la campaña, en lo que se viene. Que, para el que le gusta la política, es lo mejor, ya que uno se ve, cara a cara, con el vecino y le puede dar detalles de la plataforma.
–¿Existen problemas con algunos integrantes de las otras listas?
–Yo tengo diferencias que van por fuera de la política… y cuestiones que van por ese lado yo no las comparto. Cuestiones que van agarradas por los pelos en una elección me parece poco serio.
–El tiempo y los hechos te dieron la razón y tuviste un excelente resultado sin traer actores foráneos…
–Así es. Para mí es una interna y no vale todo. No vale agredir a la otra persona. Hemos tenido una gran elección, con un gran caudal de votos, donde además de votar a un candidato se puede visualizar que hubo un gran corte de boletas, que es un poco el voto de uno y no una consecuencia de la lista sábana. Agradezco algunos ofrecimientos y felicitaciones que he recibido pero siempre supe lo que quería hacer… Pasa que a veces los silencios hacen que la gente se sienta un poco nerviosa. Nunca trabajamos “en contra de” sino “en el pro de”.
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