The awful truth

Hoy es Viernes Santo. Creo que hoy no vamos a recordar la muerte de Jesús principalmente, sino que se va a recordar por lo descuidado, sucio y desordenado que está Pinamar. Estamos atravesando otra semana con paro municipal (vamos más de cuatro semanas entre quite de colaboración y paro). En este día viernes la Iglesia católica manda a sus fieles guardar ayuno y abstinencia de carne como penitencia. Acá tendríamos que mandar a los funcionarios a trabajar como corresponde, dando el servicio que todos merecemos. Ud., turista e inversor, sepa disculpar el pésimo servicio que le estamos brindado. Prometemos cambiar en serio, pero en serio.

Comento esto porque quería analizar las bases o fundamentos por los que estamos atravesando esta situación que se repite nuevamente. Pero para hacer eso, tenemos que entender un poco la situación macro del empleo púbico, que siempre es cuestionado.

Si bien no me gustan los números y encima me cuesta entenderlos, en Argentina el empleo público representa al 18% de los trabajadores, en Francia esta proporción llega al 22%, en Canadá al 20% y en Reino Unido al 19% (si sos funcionario y estás contento por esta estadística, tenés el pasaporte en blanco, viajá y después contame). Igualmente esta proporción se encuentra por encima del promedio de América latina que se ubica en 12%. ¿Ahora cierra más el número, mi pequeño tercermundista? La cantidad de empleados públicos creció obviamente y como era de esperar entre 2001 y 2015 un 70% (pasó de 2,3 millones de trabajadores a 3,9 millones).

El alza del empleo público fue la herramienta clave de los últimos años para bajar la tasa de desempleo y mantenerla por debajo del 7% (después analicen esto para contar las tasas chinas). Hoy hay 23 empleados públicos cada 100 habitantes ocupados y 8,5 empleados públicos cada 100 habitantes en general –los valores más altos de los últimos 35 años– contra un empleo privado que está en el mismo nivel de 2007. ¿Querés que te amargue el café? En el año 2015 se nombró un empleado público cada 20 minutos (festival camporista lo llamaron). Es decir, ¡después de cada capítulo de Peppa Pig, había un empleado nuevo!, obviamente sin estar preparado, solo con una pala para sacarse una selfie.

La mayor parte del empleo público está explicado por áreas de servicios esenciales, como la Educación, la Salud y la Seguridad. Por eso, contar con más empleados no necesariamente es bueno o malo por sí mismo; el otro punto relevante es poner el foco de análisis en la calidad de esos recursos humanos y los criterios de reclutamiento y ascenso de los trabajadores estatales, que en la Argentina hay que mejorar porque en muchos casos no responden a criterios de mérito y profesionalismo. (Meritocracia, por favor presentarse en Pinamar.)

En lo respectivo a nuestro principado, Pinamar tiene uno de los índices más altos de empleados públicos en relación a la cantidad de habitantes. Hoy tenemos 1.400 empleados aproximadamente, y unos 45.000 habitantes estimados, con lo cual tenemos un empleado cada 32 habitantes. Insostenible para cualquier presupuesto. Ahora bien, lo que el sindicato reclama es legítimo y entendible, habiendo tenido una inflación anual de 40%, y el Ejecutivo habiendo aumentado un 60% las tasas en el último año, con aumentos de planta política de más del 90%, no es descabellado entender el aumento que plantean. Obviamente que esto debe ir acompañado de otros requerimientos como la falta de insumos, la falta de herramientas, de maquinarias, la pésima imagen de vestimenta que dan cada vez que salen a la calle y que no le carguen crédito en el celular para whatsapear mientras barren (control, muchachos).

Ahora bien, el Ejecutivo pone el foco del conflicto en el paro y en el sindicato, pero ¿no miró su propio ombligo? Entre los funcionarios del Municipio y los del HCD tenemos sueldos promedio de $45.000 (de costo). En el HCD hay 38 sueldos y en la planta política más de 50. Muchos caciques y pocos indios. Pero la culpa la tiene el empleado municipal que pide ganar un poco más. Creo que el árbol les tapa el bosque. La plata del empleado municipal reactiva la economía local; tengan presente eso.

El HCD, con lo que ello implica en relación al trabajo que han demostrado hacer, insume más de $1.400.000 por mes, Jefatura de Gabinete $1.100.000 (WTF!) y Planeamiento $1.000.000. Ahora, Educación $74.000. Prioridades son prioridades.

La gran pregunta es cuánta gente es necesaria para la administración pública en todos sus escalones, donde hoy se encuentra sobredimensionado lo que implica que un 90% de lo efectivamente recaudado se vaya a sueldos, no dejando margen al Ejecutivo de gastar en lo que realmente necesitamos, como árboles de navidad, revistas de verano, limpieza de puntos verdes cerrados, o bien catering para amigos y funcionarios.

En el país hay 440.000 empleados públicos en 2.171 municipios, lo que da un promedio de 202 empleados por municipio. Luego del análisis que hizo este gobierno, se determinó que hay por lo menos un 25% de exceso de empleados. Claramente es una estadística impracticable en nuestra ciudad, pero creo que hoy estamos en el otro extremo. La realidad es quien tomará la decisión de esta dura verdad que es reducir sistemáticamente la planta política y municipal para poder tener finanzas que permiten en definitiva darle mejor servicio al residente, al turista y al inversor.