Un amigo confiado

Zorro Gris. Este animalito, que fotografié hace una semana, me hizo acordar al zorro de El Principito.

En ese libro una parte de la historia es más o menos así: en un momento de su visita al Planeta Tierra se le acerca al Principito un zorro, y él le pide que se hagan amigos, que deje que lo domestique. El zorro le pregunta qué significa ‘domesticar’, y el Principito le responde: “Domesticar es crear lazos”. Esta respuesta me emociona siempre mucho, cada vez que la pienso... Porque el Principito agrega: “Si dejas que te domestique ya no serás como todos los zorros, serás mi zorro, el único zorro diferente para mí”.

Este zorro en particular, el de la foto, y otros que habitan cerca de este lugar, el de la foto, que es un puesto de trabajo en algún lugar de la costa atlántica, siempre andan por ahí y se acercan a los empleados, quienes les dan o les dejan comida. En consecuencia, les perdieron el miedo a los seres humanos.

Una de estas tardes caminábamos cámara en mano por esa zona con una amiga y, este zorro, muy pancho, cruzó y pasó a unos cinco metros de nosotras y de otras personas tan confiado como un perrito. Entonces, pienso que los humanos deberíamos repensar sobre lo que podríamos hacer para que los animales, aun las aves, no nos tengan tanto miedo ni se espanten de nosotros. Porque la posibilidad de tener su confianza, de disfrutar de su cercanía, y de ser amigos existe.