La afirmación es del intendente, quien en la segunda parte de un extenso reportaje se refiere al conflicto del hospital, la planta depuradora, el fin de semana largo y la temporada.
Este tramo de la entrevista fue en su despacho. Ya transcurrido el fin de semana largo, al mandatario le quedan los momentos vividos en Cariló y el comentario de la gente con la que pudo intercambiar opiniones. Sus respuestas giran alrededor de temas de actualidad, son concisas y nos devuelven una imagen de un intendente aplomado.
¿Cobradas y no trabajadas?
Es poco lo que ha dicho el intendente acerca del sonado conflicto de las horas extra, los módulos y las situaciones que se generaron y fueron denunciadas. Quizás es mejor, en aras de la independencia de los poderes, esa toma de distancia que ha adoptado Yeza.
“Cuando un funcionario público, como en mi caso, que soy intendente, toma conocimiento de los dichos de un empleado que habla sobre la comisión de un delito, lo que corresponde siempre es pedir pruebas. En mi caso, yo estoy obligado, si tengo el real convencimiento de la comisión de un delito, estoy obligado a hacer la denuncia penal. En este caso, cuando se hace el cambio en el hospital, viene Eduardo D’Agostino y me presenta una serie de circunstancias que podrían significar la presunta comisión de un delito, a lo cual le dije que si tenía todas las pruebas se presentara ante la Justicia. Que fue lo hizo, acompañado por el doctor Guillermo Benítez, quien me representa proactivamente en estos casos, y que sea la Justicia la que determine. Creo que hasta ahí llega mi función y todos los días tengo que pensar cómo hacer para que Pinamar siga adelante”, detalla.
Clima de cordialidad
El intendente participó de parte de los festejos que se realizaron el pasado fin de semana largo. Privado, por un desgarro, de intervenir en la prueba de los 8 km, no obstante estuvo presente en Cariló, situación que le permitió alternar con algunos vecinos.
“En Cariló, por la Ley de Paisaje Protegido, hay una limitación en la cantidad de eventos que se pueden hacer. Pero encontramos una serie de agendas que van en línea. Por un lado, lo que el público de la localidad requiere y exige, de acuerdo a nuestras posibilidades de acción. Esto, además, se complementa con un concurso de fotografía, un concurso de poemas, con actividades vinculadas a lo pictórico y que refuerzan la conmemoración de los cien años de vida de esta localidad muy bella, con una marca impuesta por mérito propio y que es una de las ciudades más lindas de la Argentina. Si recordamos que hace cinco años, Cariló estaba pidiendo su independencia para anexarse a Madariaga y hoy estamos discutiendo si los juegos de una plaza van a ser de madera o de metal, es evidente que hemos avanzado. Hemos hecho una nueva comisaría, absolutamente los caminos de Cariló han sido reconstruidos. Los hoteleros han colocado bombas extractoras de agua en la zona de Avutarda, esto, además, con un montón de podas que se han estado realizando y un plan de reforestación, que es lo que se viene, además de todas las actividades”, describe.
Un tema prioritario
El tema se hace recurrente, máxime por el incremento de población y ante la llegada de una nueva temporada. Dados los vaivenes económicos del país, es poco predecible todo lo que puede incluir a la relación de la obra pública en ciernes con la fluctuación del dólar, por tomar uno de los parámetros a los que más recurrimos los argentinos.
“El dinero para iniciarla este año, si el gobierno nacional lo hiciera, está. El inconveniente real que tenemos para hacer la planta depuradora es que el Gobierno, como podemos ver en todos los noticieros, está haciendo un montón de ajustes y un emprendimiento como lo es la planta es algo muy grande, ambicioso y estamos barajando alternativas, como la participación pública y privada (PPP) para que empresas privadas se hagan cargo de la construcción con entidades bancarias que puedan financiar ese tipo de obras. Estamos poniendo cabeza entre lo que es Nación, Provincia y el Municipio para armar una arquitectura financiera que permita que la obra sea sustentable en cuanto a su construcción en el tiempo […]. Estamos tratando de ser muy precavidos en torno a lo que el Gobierno está haciendo en lo que respecta a obras. Es la prioridad número uno de esta gestión y podría decir que aceptaríamos que se nos suspenda todo lo que se está haciendo en el partido con tal que se realice la planta”, prioriza.
Luego del finde
Quienes desafiaron a las condiciones climáticas y se animaron a visitar Pinamar se habrán encontrado con un partido diferente a partir de las obras que se han implementado. Luego de recorrer la calle, los cafés, los comercios en general, a Martín Yeza le ha quedado una impresión diferente de la del año pasado, cuando la generalidad era de cuestionamientos y escasos elogios.
“Este año los comentarios fueron de felicitaciones, gente que me pidió que no afloje, que sigamos adelante y que Pinamar está más linda y más limpia. Es el comentario que más he recibido y los comerciantes con los que he estado hablando han vislumbrado algo parecido. Después, en cuanto a las expectativas de cara al verano, vengo pregonando con el axioma de que si hacemos las cosas mal, la temporada va a ser buena, pero si hacemos las cosas bien, la gente no sólo va a venir sino que, además, va a volver. Mucha gente que hace cuatro o cinco años no nos visitaba, lo va a hacer esta temporada y van a ver muy cambiada a la ciudad y al resto de las localidades. El otro 50% depende de nosotros, de ser amables y cordiales. En nuestras encuestas de satisfacción, una de las quejas es el trato”, analiza.