El Concejo analiza el canje propuesto por Guillermo López sobre la deuda que mantiene con la Municipalidad

A través del Decreto 153/16 a comienzos de 2016 se le renovó el espacio a la empresa de Guillermo López, que a su vez mantenía una deuda con el Municipio que ronda actualmente los 700 mil pesos. El mediático visitó el HCD con una propuesta donde su deuda con el Estado se acreditaría a una relación comercial de promoción de Pinamar.

Tras la aprobación del aumento del módulo y las quejas de los vecinos por la ausencia de limpieza y orden en el distrito, la opinión pública se ha mostrado sensible a todo lo atinente a gastos producidos por la falta de planificación.

Un ejemplo claro es la tercerización de funciones del personal municipal o la compra de un árbol de Navidad precisamente en el lugar donde más abundan.

Paradójicamente el manejo mediático, uno de los fuertes del actual gobierno, parece jugarle en contra, ya que ambos antecedentes han calado profundo en la comunidad.

Al respecto y en la misma línea de filosofía administrativa, aparece la contratación de una agencia de publicidad en una discutible licitación según algunos de los proveedores que no fueron invitados a participar en la misma por 980 mil pesos. En esta acción la Municipalidad tercerizó la función de promoción de Pinamar en la faz turística ya que con ello iba a garantizar el acceso a sponsors de primer nivel, urdir campañas de promoción de nuestro destino y poder contratar los espacios, actores y personajes que se le ocurrieran a partir de contar con profesionales abocados a este tipo de actividades.

Esta enorme ventaja se contradice con los deseos de Guillermo López, popularmente conocido como “el Pelado de CQC”, quien luego de hacerse cargo de Estudio Playa ha visitado el HCD con ideas de que se le condone la deuda que tiene la emisora con el Municipio y que se elevaría a una cifra cercana a los 700 mil pesos, espacio público que en su momento fue concedido a Juan Alberto Badía por su trayectoria como periodista y visitante constante de la ciudad de Pinamar.

Luego de romper el encantamiento que produce la presencia de un mediático ante los ojos de los ediles locales, procedieron a escuchar al periodista que trabajó durante varias temporadas su espacio radial Vacaciones pagas.

López se acercó a presentar un proyecto para el medio en el que existiría una cooperación entre la radio, él mismo y el Municipio, para difundir, promocionar y divulgar Pinamar en cada oportunidad que exista, a cambio de la excepción de pagar por el uso de ese espacio público y explotar publicidad.

Desde el FPV se planteó la desigualdad que esto implicaría en relación al resto de los medios locales; sin embargo, Lucas Ventoso aclaró que la diferencia está dada por el alcance en medios nacionales que tiene Guillermo López. Por otro lado, Maximiliano Santini preguntó por la intervención en el lugar; si se hará ahora o más adelante por la cercanía con la temporada. La respuesta fue que se está pintando y poniéndola linda para este verano. Así, en marzo, la idea sería volver a charlar con el Municipio para mejorar la infraestructura, sobre todo porque el acuerdo sería por tres años.

Además, se habló de la deuda que quedará de la gestión anterior de la radio; en definitiva, se analizará el proyecto para ver la viabilidad de su tratamiento en la última sesión de prórroga.

La propuesta es altamente ventajosa para López, devenido en contribuyente, ya que no se sabe con precisión cómo controlar la difusión de nuestro destino en cuanta oportunidad se le presente. Por otro lado, a nadie escapa que las finanzas municipales no pueden permitirse el lujo de renunciar al cobro de tan elevada cifra.

Los tiempos han cambiado y la emisora no es más “la radio de Badía”, figura consular de los medios. Además, es muy probable que a López lo prestigie más hacer su programa desde Pinamar, que a Pinamar contar con su valioso aporte.

Volviendo al inicio de esta nota, hoy contamos con una agencia de publicidad de primera que vela por nuestros intereses y es capaz de generar una idea superadora a la del conocido conductor.