Ordenar los residuos de los paradores es la consigna

Luego de una experiencia fallida en 2018, para esta temporada la Municipalidad prevé más control y un endurecimiento de las normas.

El secretario de Servicios Urbanos, ingeniero Javier Mendía, se refirió a una reunión que mantuvo con los concesionarios de playa con el fin de coordinar esfuerzos en torno al manejo ordenado de los residuos.

“Los concesionarios tienen la obligación de separar los residuos. En el pliego había un artículo que lo dispone claramente. El año pasado hubo algún avance: logramos que muchos de los concesionarios tuvieran los tres canastos para separar los residuos reciclables pero en lo general el nivel de cumplimiento fue bastante bajo, por eso este año pretendemos que las cosas realmente se hagan como se debe. El año pasado ya hubo una campaña de difusión, notificamos a la mayoría de los balnearios y demás, así que este año pretendemos que funcione. La idea no es sólo que tengan los tres canastos sino que los usen. Nos pasó el año pasado de revisar en el contenedor destinado a los residuos húmedos no reciclables y encontrar botellas y otros elementos que deberían haber estado en el canasto de reciclaje y sin embargo estaban dispuestos con el resto de los residuos, así que en la reunión participaron los representantes de la firma Santa Elena, que son quienes tienen el servicio de recolección de residuos, ya sean húmedos, es decir, residuos domiciliarios, o los de las islas ambientales que tenemos dispuestas en muchos lugares del partido. La idea es que tanto los vecinos como los balnearios utilicen los canastos como debe ser. Tenemos fotos de muchas situaciones en las cuales en los canastos de reciclaje hay gente desaprensiva que va y tira basura común, con lo cual contamina el resto de los elementos e invalida todo el esfuerzo que estamos haciendo para que los residuos (plástico, vidrio, papel y cartón) estén separados para poder ser reciclados. Una bolsa de basura común nos arruina todo el volumen”, detalla.

Si una imagen vale más que mil palabras, la de un canasto de reciclaje con un lavarropas en su interior vale otro tanto. Lo que se evidencia es que estamos frente a un problema cultural que seguramente persistirá hasta que la gente se acostumbre. Mientras, la cooperativa de reciclado sigue avanzando y hoy cuenta con 23 personas que trabajan en la separación y clasificación de los residuos. Va creciendo paulatinamente en volumen, dando la pauta de que se va en la dirección correcta, pero aún falta y es necesaria la colaboración de todos.

“En la ordenanza están previstas las multas. El año pasado confeccionamos una serie de actas y no quisimos avanzar con las multas, a ver si lográbamos por consenso, no recurriendo a esto. Este año la idea es notificar a los que no estén en condiciones y después habrá que aplicar; si no logramos que cumplan lo que tienen que hacer, tendremos que aplicar las multas, pero no es la idea y por eso hicimos esta reunión, justamente para que estemos todos informados y trabajemos todos juntos, a ver si logramos ser uno de los partidos que mejor desempeño tengan en este manejo. Este año se dispusieron muchas más islas ambientales, se extendió hasta Cariló, Pinamar norte y demás y la gente lo va usando, se va acostumbrando y tenemos un circuito especial de recolección de Santa Elena de residuos reciclables que está prácticamente al límite; es probable que tengamos que ampliarlo a otro servicio más porque el volumen va creciendo. Vamos bien pero necesitamos la colaboración de todos”, agrega.

Lo cierto es que el 15 de diciembre da comienzo el operativo de verano, con lo cual entran dos cuadrillas a las 5 de la mañana: una toma todo Pinamar, y la otra, desde Mar de Ostende hasta Cariló, recolectando los residuos de playa. La idea es que también se haga separación, dado que mayormente los residuos de playa están compuestos por plástico, papel, vidrio, y raramente hay otro tipo de elementos.

“La idea es que eso va a ir en una bolsa verde y va a ser sumada al circuito de recolección de los residuos reciclables. Incluso esta semana está trabajando una delegación del OPDS [Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible]: haciendo un estudio muy pormenorizado de la basura de cada uno de los tres municipios, Pinamar, Madariaga y Gesell, van a estudiar aproximadamente cien kilos de cada localidad con una apertura mucho mayor, no solamente las tres clasificaciones, de papel, vidrio y plástico, sino que ellos separan los metales ferrosos de los no ferrosos, tetrabrick, plásticos blancos, plásticos de color y demás en veinte categorías, y eso es un primer paso para el estudio de la basura que se genera en esta zona, con vistas a la solución, que algún día llegará, de tener una disposición final realizada con las reglas del arte, como hace el Ceamse, con toda la tecnología”, concluye.