Finalmente el geólogo Leandro Rodríguez Capitulo concurrió al Concejo Deliberante ante la requisitoria de algunos ediles que querían interiorizarse aún más acerca de nuestra reserva acuífera, de cara a la actualización del Código de Ordenamiento Urbano (COU), que presume un aumento de la densidad poblacional en algunos sectores del partido.

Uno de los máximos impulsores de la visita del experto es el concejal Lucas Ventoso, quien manifestó que los estudios científicos que existen en la Municipalidad sobre del recurso hídrico con el cual cuenta el partido, el agua dulce que está debajo de nuestro territorio, no fueron tenidos en cuenta por el desarrollo que se está llevando a cabo a raíz de la modificación del COU.

“Fue casi una reunión espontánea porque, ante estas irregularidades que yo estaba advirtiendo, incluso manifestaciones públicas que fueron escuchadas por técnicos que están trabajando de hace tiempo en el recurso hídrico y se comunicaron conmigo… a raíz de esto les dije que es importantísimo que lo aclaren en presencia de todos los concejales y las personas que quieran participar del COU. Vino Rodríguez Capitulo y explicó el estudio que se viene haciendo sobre una prospección de todo el recurso hídrico del partido y la tendencia de los últimos años, y la tendencia es muy preocupante, porque hoy Pinamar consume su reserva geológica del agua, porque la recuperación por lluvias es muy inferior al consumo que demanda la población y el uso de Pinamar, hoy”, describió el concejal.

El científico puntualizó sobre la forma de la extracción y, luego de fundamentar debidamente, señaló que el Pinamar urbano no cuenta con un recurso hídrico que soporte una mayor carga, pero aclaró que, si uno toma el recurso de otros sectores más propicios, el tema tiene solución.

Al respecto, Ventoso no ocultó su sorpresa: “Me llamaron la atención algunos arquitectos y concejales que, cuando escuchaban el informe negativo, real, dando una fotografía de la situación hídrica del partido, en lugar de decir ‘menos mal que tenemos la posibilidad de que esto se escucha y tenemos la posibilidad de resolver sobre la base de esta información científica y evitamos hacer un enorme error’, estaban como enojados y contrariados porque el informe decía que no había agua en Pinamar. Entonces imaginen si esta charla no se daba, como debería haberse dado hace un año en el Concejo Deliberante: aprobábamos un COU con una densidad demográfica totalmente inviable”.

En una misma línea con lo referido por el geólogo, Ventoso entiende que hay que hacer las correcciones de densidad que corresponden al COU y seguir adelante para tener la mejor salida para la planificación de la ciudad.

“Esto tiene que ser decidido acá, con participación ciudadana local, con profesionales locales y que nos pongamos de acuerdo políticamente sobre qué cosas y qué ciudad queremos. Acá no da ni el recurso pero, si diera, qué queremos: ¿Avellaneda o Morón? ¿Qué hacemos con Ostende y Valeria? ¿Seguimos aumentando la densidad, que es lo que propone el actual proyecto del COU? La principal escasez de agua está en Ostende y Valeria. Justamente donde no sale más agua pretenden aumentar la densidad. Primero, el agua de lluvia, que no alcanza a renovar la reserva geológica y eso genera una depresión de las napas de agua dulce, donde el agua salada del mar y la que está del otro lado de la ruta se meten hacia la cuenca de nuestro acuífero, entonces se saliniza nuestra agua y es lo que está pasando en el Partido de la Costa, y guarda porque una vez que pasa esto no hay vuelta atrás”, describió.

El concejal de Cambiemos aclaró que el vecinalismo está en sintonía con su criterio, el de respetar los recursos naturales y propender a una ciudad jardín.

Otro de los aspectos que Ventoso quiso aclarar es el de una pretendida preocupación social: “Es mentira cuando dicen que este COU viene a proteger a los pobres o los más humildes. La mayor especulación inmobiliaria hoy está en Ostende; no es el norte de Pinamar, no es el frente marítimo. Hoy en Ostende, donde la gente tiene terrenos de 300 metros y meten piecitas para que esté ahí adentro hacinada, en proporción el metro vale más que el hotel más caro de Pinamar. A Ostende lo que hay que hacer es embellecerlo, hay que darles jerarquía a los espacios públicos, hay que darle servicios, cloacas y agua corriente, que es lo que se está haciendo, y tener un código que planifique una ciudad bella y no un depósito de personas”.