Poco a poco sus detractores se van llamando a silencio. Su nombre ha trascendido a los medios nacionales, ya que fue el artífice de la salida de dos intendentes vecinalistas. Es el abogado Lucas Ventoso, quien difícilmente pase desapercibido en su gestión.

–¿Cómo ves el proceder de la Justicia, la demora con que se le ha dado curso a tu denuncia?
–La Justicia es un desastre. Esto viene demorado un año y medio porque no digo que se tomen las medidas inmediatas sin corroborar las pruebas, que eso demanda meses, pero no dos o tres años. Es una demora que entorpece la búsqueda de la verdad y, en el caso de corrupción, recuperar los bienes mal habidos. Ahora bien, se llegó a la inhibición de todos los bienes, lo pidió el fiscal hace meses y lo había pedido yo antes como denunciante, y el juez de Garantías lo había denegado, no lo había querido otorgar. Es evidente que la exposición en los medios genera algo que es un espejo. La sociedad conoce la verdad y muchos jueces no soportan eso cuando no hacen las cosas que deben hacer.

–¿Puede haber ocurrido que el denunciado se haya desprendido de alguna propiedad?
–Sí. Cuando empezamos a corroborar de vuelta los bienes, advierto que hay algunos que se han sustraído de su patrimonio en ese ínterin. Es muy probable que cualquier persona esté habilitada a presentar un jury al juzgado, al juez de Garantías que se haga responsable de esto frente a una petición fundada del denunciante y que luego termina resolviendo en el sentido de una medida cautelar para asegurar los bienes, pero después de un tiempo que haya sido, quizás, necesario para que el imputado se libere de sus bienes. Y de esta causa de corrupción es muy importante recuperar los bienes porque aparte es una medida ejemplar para el resto del sistema político, la política tiene que entender que no está para hacerse rico, pero esto, que parece elemental, no lo es, y si vemos hacia atrás la cantidad enorme de funcionarios que estuvo meses en la función y se han hecho ricos, ¿cómo es? Hay una sola forma de hacerse rico en la función pública y es robando.

–¿Tenemos un ejemplo de un caso de corrupción y su remediación?
–La ordenanza de antenas de telefonía celular fue reglamentada cuando en el 2016, primera temporada del gobierno de Martín Yeza, yo presento un proyecto para reglamentar las antenas sabiendo que era un nicho de corrupción. En ese año se recaudó para el Estado diez millones de pesos por esa reglamentación y, antes de esto, ¿a dónde iban? Porque las empresas siguieron pagando.

–Recuerdo el momento de la asunción del intendente y el comentario que hizo diciendo que no iba a permitir ningún hecho de corrupción. ¿Cómo lo ves?
–Se terminó el sistema de corrupción. Pinamar padeció un sistema de corrupción de todas las órbitas del Estado. En la compra de cordones de zapatillas siempre había un retorno y había corrupción, pagaban un 30% por encima y las cosas no venían. Eso pasó hasta en el gobierno de Pedro Elizalde, donde la Dirección de Seguridad compró borceguíes y guantes que pagó de más y ni siquiera llegaron. O el alquiler del hotel que en definitiva estaba vacío, eso no pasó hace 50 años sino en el gobierno de Elizalde.

–¿Cómo ves el rol de la oposición?
–Yo creo que la actitud que tomó el bloque radical desdibuja a otros sectores políticos que siempre son opositores. En mi caso personal, tomo en cuenta cada proyecto en particular. Lo importante es que el gobierno sabe que tiene que construir consenso y que todo se discute en el Concejo y eso es algo que hay que defender a capa y espada. Hoy que estamos por llegar al verano y ya está el secretario de Hacienda, desde hace meses, trabajando para mandar a licitar todos los espacios públicos. Eso es para Pinamar un aire fresco muy importante institucionalmente y financieramente, y lo estamos haciendo codo a codo.

–¿Cómo te llevás con la oposición, que tiene varias caras según el partido?

–Mejor vamos punto por punto. Hablé de la importancia de reglamentar lo que eran los nichos se corrupción para impedir que esa plata se fuera al bolsillo de los corruptos y vaya a parar a manos del Estado. Propin no votó (la reglamentación de la telefonía celular) decía que esa ordenanza era un mamarracho y el proyecto estaba sacado de la Dirección Nacional de Telecomunicaciones y ajustado a la situación urbanística de Pinamar para impedir que se pongan antenas en cualquier parte. Eso lo desdibuja gravemente, porque en las principales votaciones se abstienen de votar; por ejemplo, hace una semana, cuando se tenía que votar, si había estudio de impacto ambiental, ahora que se quiere reformar el COU [Código de Ordenamiento Urbano], previo a la audiencia pública votaron para que se haga sin estudio de impacto ambiental, y cuando presenté un proyecto para incorporar dos audiencias públicas, con impacto y sin impacto, se abstuvieron de votar. Es sistemático, se abstienen de votar porque tienen miedo de coincidir con el gobierno, y como ellos se creen opositores con esa mirada de ser opositores a todo, si no tuvieran esa mirada, ¿por qué se abstienen de votar en las votaciones fundamentales? Tendrían que votar en contra o a favor.

–¿Pasó con otro caso?
–Con el aumento de tasas pasó lo mismo. Preguntamos de dónde sacamos el dinero y responden “qué me importa”. Entonces, qué hacemos con los trabajadores municipales que tienen que enfrentar una paritaria de un 28%. Responden: “No es problema mío”. Imaginemos si se gobernara con esa filosofía. Qué haríamos… La plancha, todo el tiempo.

–¿Esto repercute luego en el resultado de la elección?
–No tengo dudas de que es así…